El tunel de La Engaña. Vega de Pas. Cantabria

Travesía desde la estación de Yera

Historia:

Con 6.976 metros de longitud y abandonado desde el momento de su construcción, el túnel de la Engaña, en la localidad de la Vega de Pas, es el más largo de España. Este túnel nunca llegó a cumplir la misión para la que fue concebido, que era la de permitir el paso del ferrocarril Santander – Mediterráneo, a través de las montañas pasiegas. Este malogrado proyecto pretendía comunicar el puerto de Santander con Burgos y la costa mediterránea, durando sus obras muchos años. El túnel de La Engaña, construido por presos republicanos durante la posguerra, fue la obra más costosa de toda la línea. Pero en 1959, cuando ya solo restaba el tramo entre La Vega de Pas y Cayón, se pararon los trabajos por considerarse que no era rentable y nunca más se reanudaron.
Desde entonces, se ha pedido varias veces la terminación de este ferrocarril, o como carretera hacia Burgos, pero sin éxito. También como pista para senderismo, bicicletas, centros culturales o albergues juveniles, ideas no faltan pero por el momento el trazado del tren fantasma está formado por puentes, túneles, estaciones y andenes abandonados.
Cruzar el túnel de La Engaña es una pequeña aventura que atrae a bastante gente. Aquí proponemos realizar la travesía de una boca a otra del túnel por arriba, cruzando las montañas pasiegas disfrutando sus paisajes. El túnel queda para la vuelta, 7 Km. por las entrañas de la tierra, un recorrido que tiene mas de espeleología que de montañismo. El hacer ida y vuelta por el túnel es demasiado monótono, y además, el paso de la cordillera y el descenso por el valle del río Engaña, merece la pena.

Datos de interés:

- Punto de partida y llegada: Estación de Yera (700), en Vega de Pas. Se llega por la carretera que sube al Puerto de las Estacas de Trueba, unos 5 Km. más arriba de la Vega de Pas, una pequeña carretera entra hacia la derecha, hasta la abandonada estación de Yera.

- Dificultad: El paso de la cordillera se hace en parte, monte a través, sin caminos, y la niebla es muy frecuente en estas alturas, por lo que se recomienda a gente con algo de experiencia en la montaña. El interior del túnel esta encharcado y embarrado en gran parte y hay que tener cuidado con los agujeros que hay en el suelo. Por supuesto la iluminación con linternas o carbureros es imprescindible.

- Horario: Alrededor de 8 horas, la travesía del túnel lleva 2 horas.
- Época recomendable: Todo el año, aunque al cruzar la divisoria es fácil encontrar nieve entre noviembre y abril.
- Cartografía: MNT, hoja 84 (MNT, hoja 19-6). Espinosa de los Montes, a escala 1:50.000

Recorrido: (los números entre paréntesis corresponden a los números del mapa)

Salimos desde la abandonada estación de Yera (700), siguiendo hacia el Oeste el trazado del ferrocarril. Antes de llegar al túnel de La Engaña, tenemos que cruzar cuatro pequeños túneles en los que no llega a ser necesaria la iluminación. Bordeando el barranco de Aján por su margen derecha alcanzaremos la boca norte del Túnel de La Engaña (750), al pie de la divisoria.
La travesía del túnel la dejaremos para el regreso, ahora cruzaremos por la cordillera de arriba. En las ruinas que hay junto a la boca del túnel, en la derecha, tomamos un camino que sube e inmediatamente se bifurca. Seguiremos por el de la izquierda, que asciende en fuerte pendiente entre las hayas. Está bastante abandonado, los matorrales los van invadiendo poco a poco, pero no hay mayores dificultades para serguirlo. Después de un rato, se alcanza una zona de cabañas, y ahora remontaremos por los prados hasta la cabaña más alta. Luego tenemos que continuar monta arriba por el lomo de un contrafuerte que desciende de la divisoria. No hace falta llegar hasta el entronque, pues rodearemos por el NE, la cima de La Marruya (1389), límite con la provincia de Burgos. Desde la altura contemplaremos el barranco de Aján, que hemos remontado, y al fondo la Vega de Pas, y si el día es bueno, el mar. Al Noroeste domina el paisaje, la mole del Castro Valnera (1707), techo de las montañas pasiegas.
Ahora tenemos que descender por la vertiente burgalesa hacia el río de la Engaña. Bajamos por una ladera herbosa hasta el encuentro con los barrancos del Horno y La Marruya, para continuar con un camino que sigue el curso del río por su margen izquierdo. A través de un bosque de abedules y robles alcanzaremos una amplia pista por la que seguiremos valle abajo. En seguida encontraremos una bifurcación yendo a la izquierda, para ir a la derecha en la siguiente. Un poco más tarde llegaremos al poblado en ruinas que hay junto a la boca sur del Túnel de La Engaña (750), con carretera de acceso desde Valdeporres.
Para cruzar el túnel conviene abrigarse. Por supuesto, la iluminación con linternas o carbureros es imprescindible, y no viene mal un bastón para tantear el suelo, en malas condiciones durante la mayor parte del recorrido. En general se anda mejor por las plataformas laterales del túnel, pero hay que tener mucho cuidado con los numerosos agujeros. Aunque la boca sur esta tapiada, hay una puerta de gran tamaño que permite el paso. Nada más entrar, el túnel traza una pronunciada curva y nos internamos en el reino de la oscuridad. Pero pronto un insignificante punto de luz nos indica la lejana boca norte, al final de una interminable recta subterránea de casi 7 km. La travesía se acaba haciendo muy monótona, tan solo hay que reseñar en ella un derrumbamiento de la bóveda que se encuentra hacia la mitad del túnel. Después de un buen rato alcanzamos la boca norte y salimos a la luz en el barranco de Aján. Ya sólo queda seguir por los túneles pequeños para terminar en la estación de Yera (700).


Un poco de historia.
02.03.08 - ÍÑIGO FERNÁNDEZ. http://www.eldiariomontanes.es/20080302/sociedad/domingo/medio-siglo-oscuridad-20080302.html

Cumplidos cincuenta años desde que fuera horadado, el Túnel de La Engaña continúa sumido en el olvido. Fueron precisos veinte años de trabajo y una inversión de 280 millones de pesetas para construir el paso subterráneo más largo de España.
Desde 1925
El túnel de La Engaña fue la 'obra estrella' del proyecto ferroviario Santander-Mediterráneo, cuyo propósito principal consistía en comunicar los puertos de Santander y Valencia a través de las provincias de Teruel, Zaragoza, Soria y Burgos.
Fue una idea concebida a finales del siglo XIX, pero los primeros pasos efectivos no se dieron hasta 1908, cuando comenzó a trabajarse en la definición del proyecto. Por su parte, la ejecución material de la obra arrancó en 1925, en el marco de la política de grandes obras públicas promovida por el general Miguel Primo de Rivera, durante su mandato como jefe de gobierno (1923-1930).
Buena parte de los trabajos de la línea férrea se ejecutaron en ese periodo y en el republicano (1931-1936), aun cuando las obras del túnel de La Engaña no se iniciaron hasta concluir la Guerra Civil. Fue entonces cuando, gracias a la incorporación de presos políticos a los trabajos, la gigantesca operación de abrir un paso ferroviario a través de la Cordillera Cantábrica, con destino a Santander, comenzó a convertirse en una realidad. Y esa obra fue el túnel de La Engaña.
La construcción del túnel se prolongó por espacio de veinte años. Comenzó a ejecutarse en en el año 1941 y concluyó en 1961. Primero, todo el esfuerzo recayó en los contingentes de presos que fueron llegando al valle. Después, la obra avanzó gracias a operarios contratados por la empresa Portolés (Zaragoza). De hecho, a quienes habitaron en Vega de Pas a causa de las obras, se les denominaba en la comarca 'portoleses'.
Para ellos, se construyeron un albergue y cabañas, así como una capilla y una escuela. En los primeros tiempos, también las instalaciones del sanatorio del Doctor Madrazo -confiscadas tras la Guerra Civil- fueron destinadas al alojamiento de los operarios desplazados para la construcción del túnel.
Fueron veinte años de trabajo, pero el momento culminante de toda aquella operación tuvo lugar en la primavera de 1959, cuando la gigantesca infraestructura quedó perforada.
Ese día, los trabajadores que avanzaban desde la boca norte, situada en Vega de Pas, y quienes lo hacían desde la vertiente sur, en Pedrosa (Burgos), se encontraron en el punto preciso. A falta de los últimos remates, el túnel de La Engaña era ya una realidad.

Setecientos obreros

Había sido preciso excavar casi siete kilómetros de túnel. Había sido preciso resolver un desnivel de cien metros de altura entre una y otra boca. Pero al fin, después de tantos años de trabajos y sacrificios, la obra pública más importante de España encaraba la fase final de su construcción. Sólo fueron precisos dos años más de trabajos para completar la finalización del principal túnel, complementado con otras cuatro pequeñas estructuras subterráneas.
Aunque nunca llegó a ser utilizado, la construcción del túnel de La Engaña dejó cifras espectaculares. Trabajaron en su ejecución hasta 700 personas , en dos turnos. Horadaron 6.996 metros de monte. Las obras tuvieron un coste de 280 millones de pesetas, una cifra realmente descomunal para aquella época.
Pero lo más llamativo es que, durante la ejecución de los trabajos, fallecieron quince hombres como consecuencia de sucesivos accidentes laborales. Por regla general, fueron la consecuencia de la caída y el desprendimiento de piedra, a causa de la humedad y las perforaciones. Ellos hablan, mejor que nada, del enorme esfuerzo y sacrificio que supuso la construcción de esta instalación bajo las montañas de Cantabria y Burgos, aunque cincuenta años después aquello que tanto costó construir -hasta vidas- permanezca en el olvido.